Carta de Manuel Durán, Presidente de ACTE, por el seis de junio, Día Internacional de las Cuevas y del Mundo Subterráneo

Por noveno año consecutivo, volvemos a celebrar internacionalmente el Día de los Cuevas y del Mundo Subterráneo, que se consolida como una fraternal efeméride de integración, cordialidad y felicidad.

A pesar de la gravedad de su motivación, nuestra trabajada memoria de pez nos despista de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, de mediados de 1945, respecto a la práctica de la tolerancia y la convivencia en paz como buenos vecinos, uniendo nuestras fuerzas para el mantenimiento de la seguridad internacional, reafirmando la fe en los derechos fundamentales del ser humano, en la dignidad y el valor de la persona; así como promoviendo el progreso social y el mantenimiento de la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y otras fuentes del derecho internacional.

A pesar de nuestra honda raigrambre judeocristiana, corren “malos tiempos para la lírica”, tal como cantaba Golpes Bajos. Es por lo que vivimos con la dificultad de mantener la esperanza en un entorno cada vez más hostil y materialista. El individualismo tendente a la egolatría, junto con los contradictorios nacionalismos del “maga” preponderante, y preocupante referente, emergen de la sinrazón.

Sin embargo, en ese contexto de crispación y ceguera, de manera ilusionante y sosegada surgen banderas de optimismo entorno a proyectos colectivos con los que nos abrazamos, consiguen identificarnos con una causa bonita, y favorecen nuestras más entrañables relaciones como seres humanos. El Día Mundial de las Cuevas y del Mundo Subterráneo puede ser un gran día, una de esas banderas.

Y así, el seis de junio es el mejor día para enarbolar una particular enseña inclusora de la Asociación de Cuevas y Minas Turísticas de España. Una visión compartida donde conviven el conjunto de creatividades conformadas por la madre naturaleza junto con el patrimonio fruto de nuestra esforzada actividad minera.

Y de este modo, el seis de junio se va consolidando sin reservas como la fecha a nivel internacional para proyectar nuestro icónico universo de cavidades subterráneas, con perspectiva integradora, visión comunal y beneficio compartido; situándose estratégicamente después del Día Internacional del Medio Ambiente, cinco de junio, complemento ideal de la naturaleza y el medio ambiente subterráneo que celebramos al día siguiente.

Y justamente, la celebración de ese seis de junio representa en nuestro país ese modelo de turismo, que partiendo de la  sostenibilidad en su necesario y conveniente triple eje de defensa del medio ambiente con objeto de preservar nuestro mundo subterráneo para disfrute de las generaciones venideras; de generación de empleo y calidad de vida socialmente, beneficiosos para el asentamiento poblacional en los territorios; y por supuesto, del desarrollo económico que contribuye a la producción de riqueza con patrones basados en la economía circular, se posiciona como paradigma diferenciado de nuestra cuestionada y conflictiva oferta turística que nos arrastra sin apenas control, contribuyendo a la generación de una diversificación que necesitamos, a través de una propuesta planificada, poco corrosiva y mucho más duradera.

Concluyendo, acercándonos a los diez años de aquella reunión de una comisión de trabajo de portavoces del turismo subterráneo de países con intereses comunes como los son España, Francia, Italia y Portugal que, bajo el abrigo de la International Show Caves Association, aprobó, a propuesta de la asociación española, ACTE, la celebración anual del día de las cuevas y el mundo subterráneo.

A pesar de no disponer de ese reconocimiento oficial perseguido, el cual venimos esforzadamente reivindicando desde entonces y para lo que ya contamos con la aprobación, el 12 de marzo de 2024, de una Proposición no de Ley por nuestro Congreso de los Diputados en la que se “insta al Gobierno a impulsar y proponer ante la UNESCO la iniciativa de declarar el seis de junio como Día Mundial de las Cuevas y del Mundo Subterráneo, como vía para la preservación y la divulgación de su importancia a nivel global y permitir el desarrollo de las zonas rurales de nuestro país y la generación de empleo y actividad económica en los entornos naturales, asegurando la correcta explotación de las cavidades”.

Esperamos que esta sea asumida durante el segundo semestre de 2025; valga la reivindicación del hecho propio en sí y de esa costumbre asentada de celebrar nuestro día, aun sin institucionalizar, tal como suelo adjetivar, con salud y alegría.

Firmado: Manuel Durán Hidalgo, Presidente de la Asociación de Cuevas Turísticas Españolas.